Cuándo mejore todo, cuando vuelva la normalidad.
Empezó en marzo, llegó abril y luego mayo, Junio..., ya seguro saben de lo que estamos hablando, y es que a pesar de que la normalidad es subjetiva o relativa, definitivamente no detiene el tiempo. Ahí vamos un día a la vez, un nuevo amanecer con oportunidades, y la noche perfecta para soñar y recargarnos.
Esta realidad repercute en el mundo entero, para bien o para mal, en el ínterin hasta un cohete fue lanzado al espacio, mientras nada era normal; por supuesto, es un proyecto que viene desarrollándose desde hace años, cumpliendo sus ciclos de desarrollo, pero en estas circunstancias mundiales, muy seguramente con o sin conocimiento hubiéramos apoyado el hecho de que se pospusiera el lanzamiento, pues es mejor actuar cuando todo pase, ¿no?
Literalmente el mundo no se detiene y a pesar del evidente problema en la salud de millones de personas en todo el planeta (hecho que lamentamos, y procuramos protegernos, aportando a la solución, evitando la exposición innecesaria) la vida continua, y con la vida el desarrollo de todas o casi todas las actividades.
Una que me llama la atención por ser participe y tecnólogo, es el avance en el área del comercio electrónico. Se estiman avances equivalentes a 5 años de desarrollo en e-commerce y comunicaciones a distancia; empresas como Zoom, que seguramente tenían un Roadmap de crecimiento, han tenido que adelantar su aprovisionamiento en infraestructura para satisfacer la demanda de sus servicios; y es que en este caso o te adaptas o desapareces, no hay nada que esperar, es ya o ¡YA!
Hoy en día cadenas de abastecimiento que venían desarrollando comercio electrónico, y coexistiendo con delivery, pick-up y gigantes establecimientos, experimentan por primera vez más ventas virtuales que in-situ y evalúan cerrar algunos locales para dedicar infraestructura al negocio virtual, a medida que suceden los hechos y se estudian los resultados, saltan a la mesa opciones y pudiera haber cambios trascendentales, a pesar de que estamos en la situación actual; o mejor dicho como respuesta a esa situación, al parecer esperar no es una opción, no hay nada que esperar.
Y estos ejemplos de grandes marcas que ya eran reconocidas, y que pareciera que tienen todo asegurado y planificado (pero en realidad están en la “pelea” defendiendo su mercado y conquistando nuevos) no terminan ahí, en los grandes, en casas como la tuya y la mía, se están repitiendo ejemplos de éxito y de adaptación a esta nueva era, sin esperar que nada pase, solo cuidándose, encomendándose a Dios (o la deidad que aplique), y con ganas de ofrecer un producto o servicio para llevar una solución a alguien, que muy seguramente no esté cerca, pero eso pasó otro plano, hoy es lo mismo conectarnos en una videoconferencia con el vecino, que con un primo en otro continente o con socios de distintos países, todo gracias a esta situación, porque las herramientas ya existían y tenían cierto uso, pero no teníamos la costumbre, por lo menos en mi caso.
¿Creamos una realidad o nos conformamos con vivirla?, En los últimos meses he tenido la oportunidad de aprender un poco de emprender, y definitivamente la espera no es una buena amiga del éxito, por supuesto, hay casos donde hay que esperar resultados, tiempos de ley, entre otros; no me refiero a esperas formales y necesarias. Es el hecho de esperar que esto pase para dar el paso, leer ese libro, hablar con esa persona, desarrollar el proyecto que se repite en tu mente, iniciar un negocio, o como yo, empezar a escribir.
No hay tiempo que perder, el momento perfecto es cuando tú lo decidas, humildemente te recomiendo, dale ya, que para luego es tarde, puede haber tropiezos, vicisitudes y retos, pero está en ti, dar ese paso de fe. Si te vas por un negocio, por ejemplo, busca algo de bajo riesgo, si es posible apalancado de un sistema y con educación, que pueda desarrollarse desde casa, para que cuidándote, puedas crecer, si hay opciones así, solo hay que buscarlas.
No esperes algo que no sabemos cómo o cuándo será. La nueva normalidad, no volverá a ser lo que vivimos, ni siquiera a comienzos de este 2020, pero del tema "New Normal", hablaremos en otra oportunidad.
Mantente sano, en casa y en acción.
Definitivamente hay que prepararse para la nueva realidad que nos tocó vivir, el problema que se pueda presentar es para las personas mayores, 3era edad, que es enfrentarse a realizar sus negocios, y su vida, a un mundo completamente virtual para poder vivir la realidad.
ResponderBorrarGracias por tu comentario! Efectivamente esta nueva normalidad debe disponer de herramientas para todos, seguro estoy de que la experiencia acumulada de las personas mayores, serán útiles para la nueva normalidad; ya que más allá de la tecnología, el calor humano y un sabio consejo, cosa que sobra a la 3ra. edad, pueden ser una perfecta herramienta para el éxito.
BorrarNos toca valorar la experiencia, aprender de ese pasado y proyectarlo al futuro. Quizás mirar un poco hacia la cultura oriental, donde los mayores son respetados y valorados, quizás de una mejor manera que por estos rumbos.